Después de tantas vicisitudes entre que terminamos la traducción y finalmente llegaron los libros a la Argentina (tras un largo viaje desde China, donde fueron impresos, pasando por el Mar Rojo), anoche fue la presentación de los Libros Negros de C. G. Jung* en el MALBA Bs. As., de la mano de Bernardo Nante y Leandro Pinkler.
Antes de salir de casa me crucé con las palabras de Marguerite Duras: “un libro es lo desconocido, es la noche, es cerrado, eso es. El libro avanza, crece, avanza en las direcciones que creíamos haber explorado, avanza hacia su propio destino y el de su autor (…) Un libro abierto también es la noche”.
Las fechas de presentación de una obra son siempre algo muy difícil de predecir, algo parecido a lo que sucede con las fechas de los nacimientos y las muertes. Pero hay quienes creen que no son tan azarosas. En este caso “tocó” un 30 de octubre con el caer del sol, día anterior a la noche de Brujas o Halloween, que tiene sus raíces en la antigua festividad celta conocida como Samhain. Esta festividad marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno, momento en el que se creía que el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos era más delgado, permitiendo la comunicación entre unos y otros.
Hay un momento para todo, escuché decir a alguien ayer. Y pensé en ese momento de apertura de puertas que suelen permanecer cerradas, de acercamiento entre el mundo de la luz y la oscuridad, el mundo consciente y el mundo inconsciente, el mundo de lo visible y de lo invisible. Mundos opuestos que cada tanto se acercan a través de la imaginación para abrir nuestra mirada. Algo, también, de lo que fue la experiencia y el trabajo de Jung con sus “noctarios”.
Feliz noche de brujas 🎃
Romi Scheuschner 🌱
*C. G. Jung, Los libros negros, Ed. El Hilo de Ariadna, Trad. Laura S. Carugati, Romina Scheuschner y Gastón R. Rossi; bajo la supervisión de Bernardo Nante.
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