No sé si fue el primer día de universidad, pero lo recuerdo como si hubiera sido el primer día. Pudo haber sido marzo, o agosto. Y seguro era lunes, cerca de las 8 am. Era un aula más bien menuda, asientos grises tipo butaca dispuestos en 4 o 5 hileras fijas, unidos a mesas también grises y también fijas, que operaban como un largo pupitre grupal donde si se levantaba alguien, se tenía que levantar también el resto de la hilera para dejar pasar. Al frente, un pizarrón todavía limpio y a la derecha un amplio ventanal que dejaba ver los primeros movimientos espasmódicos de una ciudad matutina desperezándose.
¿Qué estudia la psicología? Preguntó Luis, el profesor de la que iba a ser esa, la materia de los lunes. Fue un tiro preciso. Una pregunta plana y redonda que, arrojada en el ángulo óptimo, hizo sapito rebotando un par de veces en el aire, y después fue silencio. Un silencio tornasolado. Por momentos, el viso de un silencio que podía parecer una puesta a prueba, después, el viso de un silencio que podía preceder a la irrupción de algún chiste. Y también, el silencio curioso que pudo haber habitado en Pandora antes de abrir la caja. Y también, un silencio con ganas de charlar.
Hubieron algunas sonrisas nerviosas, muchos nos quedamos como venado alumbrado en el camino. Y después, después… : la mente, el inconsciente, las conductas, el ánimo, las emociones, los vínculos, el deseo, el lenguaje, las dinámicas familiares, las creencias, los neurotransmisores, el alma, el sufrimiento humano, las pérdidas, y las comas siguieron, y el pizarrón se iba llenando y empezaba a parecerse a una sopa de letras densa, casi un guiso.
Un arquitecto construye casas, un médico cura el cuerpo, y la psique, ¿qué es la psique? Para los griegos era el hálito de vida, y también psique quería decir “mariposa”. Una mariposa es sutil, es gris y colorida, es huevo, es gusano, es crisálida, es mariposa adulta, muere renace, muere, renace.
Ese lunes me había ido con la fe de que eso medio informe que estudiaba la psicología se me iba a aclarar con el correr de los años de carrera, de estudio, de práctica, de post-grados y algún doctorado. Inocente de mí. Un día vinieron las palabras de Goethe: “Gris es toda teoría, y verde es el árbol áureo de la vida”. No siempre mucha luz te hace ver más, y no siempre la oscuridad te hace ver menos. A veces es cuestión de habituar los ojos, la mirada. Y para eso hace falta detenerse, respirar, estar, para no espantar a la mariposa.
Si hoy alguien me preguntara qué estudia la psicología, volvería a sentir ese mismo vértigo que sentí aquel lunes. Después, un silencio tornasolado y luego, lo simple, lo “evidente”: la psicología es el estudio de las mariposas.
Romi Scheuschner 🌱
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