
No saber. No hacerlo bien. No tener la palabra justa. No pertenecer. No gustar. Hay algo del miedo a equivocarnos que puede funcionar como motor en un camino de desarrollo, hace que nos lleve a prepararnos para poder dar lo mejor. ¿Pero qué pasa cuando lejos de prepararnos, nos frena al punto de paralizarnos, al punto de ya no poder dar nada -o poco y cada vez menos- de todo aquello que tenemos para dar?
¿Qué hacer cuando el miedo a la equivocación se convierte en ese abominable cuco que amenaza con gobernar nuestras vidas? Hoy me salgo un poquito de la psicología y asomo a otros campos: al teatro, al diseño y al mundo creativo. 🌟
No tuve que buscar mucho, ya tenía una excelente excusa para comunicarme con mi querido amigo Diego Alarcón: diseñador gráfico, docente en FADU-UBA, y actor. Habla también algunas palabras de alemán ("Ich spreche kein Deutsch. Es tut mir Weh. Danke")🤓. Le conté del viejo cuco y le dije: -"Te escucho":
-"En el teatro siempre está ese miedo a que te olvides la letra y esa adrenalina antes de salir a escena pero por otro lado también hay muchos ejercicios que tienen que ver con el calentamiento, el tema de agilizar la mente y de tener una visión periférica y los sentidos abiertos, y todas cosas muy abstractas del teatro, pero que básicamente son ejercicios que aumentan la posibilidad de improvisar ante esa sensación. Es un miedo recurrente pero a la vez es algo que pocas veces pasa. Y en el caso de que pase la improvisación es un buen aliado para sortearlo.
Pero después se me ocurre, no sólo como mi rol de actor, sino como mi rol docente en la Universidad de Buenos Aires en la materia diseño gráfico que muchas veces les digo a les alumnes que tomen el error como parte del proceso de aprendizaje, que abracen el error, que sepan que equivocarse es parte de hacer bien las cosas. Eso naturalmente lleva a que el error se minimice. Porque sobre todo en algunas cuestiones que son más abstractas o más proyectuales como el diseño o actuar, no hay algo que esté bien o que esté mal. El error es un miedo latente pero no es concreto".
Ejercitar la improvisación y tomar el error como parte del proceso, en definitiva, integrarlo. En psicología junguiana hablamos también de integrar la sombra, porque cuando nos abrimos a dialogar con aquellos aspectos que rechazamos de nosotros mismos muchas veces nos damos cuenta de que el cuco no era tan cuco después de todo y que hasta quizás hasta tenga alguna buena historia para contar... 👻
¡Gracias Die Alarcón por compartir tu experiencia! 🙏🌷
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